En el año 2000 se da un hecho que puede calificarse de soberbia académica. Un mismo profesor consta como miembro del comité científico de dos congresos de temática absolutamente diferente: uno de educación intercultural y otro de tecnología aplicada a la educación. En uno de ellos, además, es el presidente. Los comentarios sobre el rigor y la especialización en las Ciencias de la Educación no son, sin embargo, el objeto de este expediente. La realidad es que en ambos congresos se admite cualquier comunicación, y se le da el visto bueno del comité, si cumple una única condición: haber pagado la inscripción. Las comunicaciones presentadas o no se leen o son leídas por no especialistas, por lo que todo "cuela" en estos dos congresos. Para demostrar el funcionamiento de semejantes encuentros científicos (por desgracia, no son los únicos de esta naturaleza que hay en nuestro país) un grupo de personas manda comunicaciones absurdas (auténticas burradas) y son calificadas de "científicas" por el comité organizador, que las cuelga en la web y las incluye en las actas del congreso.
Los materiales del congreso nunca fueron retirados y el organizador, Joaquín Gairín Sallán, sigue organizando eventos y participa con total normalidad de la vida académica (es miembro de tribunales de habilitación, de concursos, etc.). El entonces rector de la UAB, Carlos Solá Ferrando, no tomó ninguna medida salvo esconder la cabeza. Joaquín Gairín era su hombre de confianza, al que había nombrado director del ICE de la UAB (cargo del que se valió para organizar los congresos).
El Dossier de documentos que se remite en este expediente (algunos son extractos de prensa puesto que se armó un escándalo) es altamente ilustrativo y permite entender los pormenores de la "Operación congresos falsos". Sin embargo, hay dos cuestiones que no trascendieron a la luz pública y ahora se pueden dar a conocer:
1. El tema de la denuncia hacia los descubridores del fraude.
En muchos medios los organizadores de los congresos acusaron a quienes habían denunciado el fraude de todo tipo de trampas. Es decir, se argumentaba que habían colado con malas artes las comunicaciones falsas. Sin embargo, nunca pudieron denunciarles ni nunca fue más allá su queja de intentar desprestigiar a los denunciadores. La explicación es sencilla: entre las múltiples pruebas que se ocuparon de obtener los denunciantes de que aquellos congresos eran un fraude, existía un ACTA NOTARIAL que daba fe que sus textos absurdos se habían colocado en el web site del congreso. Se trataba de una prueba, pues, inapelable: los organizadores del congreso habían expuesto los textos absurdos a la vista de todo el mundo.
2. La declaración de Joaquín Gairín
Antes de que el asunto explotara en la prensa los denunciantes lograron que Joaquín Gairín fuera entrevistado para hablar de los congresos y las comunicaciones absurdas. Gairín no se imaginó nunca el calado que tendría la denuncia y pensó, en cambio, que se trataba de prensa local. Eso causó que fuera extremadamente arrogante y se le pudieran grabar declaraciones como que había que admitir cualquier comunicación si pagaba la inscripción (!) o que no había tiempo de leerlo todo y, por tanto, no se leían los materiales que se presentaban al congreso.
”La aventura de publicar barbaridades”, el reportaje de El País que destapó el escándalo de los congresos absurdos. El 23 de octubre de 2000 aparecía esta noticia en la contraportada de El País. A partir de ahí se sucedían las reacciones.
“Catedráticos con nariz de madera”, el artículo de El Mundo que revela las contradicciones de los responsables universitarios. El periódico El Mundo también se hizo eco de semejante fraude. Con él, los dos diarios de mayor tirada nacional daban a conocer la noticia. En este artículo se recuerda que el rector de la UAB, Carlos Solá, se había presentado a las elecciones bajo el lema "Una apuesta radical por la calidad".
La revista Magisterio Español recoge la noticia del fraude. El diario de educación por excelencia cubrió con este reportaje el tema de los congresos falsos.
La revista Menos 25 realiza un reportaje. Diversas publicaciones de lectores universitarios o juveniles se hicieron eco de lo sucedido. Menos 25 realizó un reportaje que entró en detalles importantes.
Entrevista a Joaquín Gairín sobre las comunicaciones falsas. La materia prima que permitió conocer que no había sido ningún error la admisión de comunicaciones absurdas, sino que formaba parte de una forma de entender los congresos científicos.
Iglesias de Ussel felicitó a los organizadores de los congresos.
El entonces Secretario de Universidades propuesto por el Partido Popular felicitó a los organizadores de los congresos sin saber qué pruebas había de que eran un fraude. El periódico El 9 Nou publicó un reportaje extenso y permitió que uno de los denunciantes de los congresos escribiera una interesante réplica a Iglesias de Ussel: Políticos que insultan antes de pensar.
La escuela invisible de la endogamia en la UAB. Artículo que se publicó en la revista Vivat Academia a raíz del caso de los congresos falsos. Analiza tres comunicaciones presentadas en tales congresos en las que se propone, entre otras cosas, cambios en las composiciones de las comisiones de titularidad de manera que el ICE participe en ellas. En resumen y telegrafiado: ICE organiza congreso en el que la conclusión "científica" es que el ICE debe tener más competencias.
Un congreso para hacer puntos (un botón de muestra sobre la calidad de estos congresos). Artículo que analiza una comunicación presentada al congreso para ilustrar la poca calidad científica del mismo y las consecuencias que ello trae para la vida académica en general. En esta comunicación quien la presenta se atribuye un nuevo método pedagógico. Lástima que lo que expone cuadre con lo que la UNED, desde su creación, viene llamando sesiones de tutoría..