Todo parece indicar que después de ningunear e irritar a un alumno (que posiblemente tenga razón) la UNED le pide que no abandone dicho centro y valore su experiencia académica "en conjunto". ¿Es que nos hemos vuelto locos todos? ¿Se imaginan que argumentásemos a una mujer que su marido le ha agredido que valorará su matrimonio “en conjunto”?
Un estudiante es suspendido, según él, por un lapsus que según la UNED constituye un error imperdonable. Al pedir explicaciones sostiene que le prometen que aprobará en septiembre (¿?). Al recurrir ante el rector, éste responde dando la razón a los correctores y aparecen más motivos para suspenderle. Sin embargo, el estudiante expone sus respuestas y, a no ser que mienta como un bellaco, coinciden con los textos que la UNED reparte a sus estudiantes. Por otra parte, en el campus de la UNED consta que el corrector es el profesor Carlos Daniel Malamud, mientras que el decano reconoce por escrito que tal profesor ni estaba en la UNED en aquel momento ni corrigió su examen.
Lo más sorprendente después de todos (juzguen ustedes mismos pero no se pierdan la respuesta del estudiante a la resolución del rector) es que el decano del a UNED le pide que “valore la experiencia vivida en nuestra UNED a través de esas otras 18 asignaturas cursadas y superadas, porque no tengo ninguna duda de que, en conjunto, su experiencia en la UNED será claramente satisfactoria” (¡!!) ¿Es que nos hemos vuelto locos todos? ¿Se imaginan que argumentásemos a una mujer que su marido le ha agredido que valorara su matrimonio “en conjunto”?
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