En un concurso para profesor titular el tribunal reconoce los méritos del aspirante de fuera de la casa pero, sorprendentemente, vota para la otra candidata. Después de un largo procedimiento judicial el Tribunal Supremo pone las cosas en su sitio pero la Universidad de Alicante no acata la sentencia.
Se recomienda empezar por leer una brillante exposición, contada por la persona que recurre, que se puede completar con la transcripción del debate durante el concurso o, si se prefiere, con la audición directa del audio del mismo.
La Universidad de Alicante (UA) se niega a acatar, desde hace nueve meses, la sentencia del Tribunal Supremo que anuló el nombramiento de su profesora de Ciencia y Técnicas Historiográficas y obligó a repetir el proceso de selección.
La UA adjudicó la plaza de profesora titular a Verónica Mateo Ripoll en 2003 tras descartar a otro aspirante, el doctor en Historia David Garrido. Sin embargo, Garrido recurrió a la justicia y, tras ocho años de litigios, logró que tanto el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) como el Supremo le dieran la razón: ambas instancias determinaron que el nombramiento de Verónica Mateo era ilegal, ya que no reunía los requisitos exigidos en la convocatoria del concurso, e instaron a la Universidad de Alicante a evaluar de nuevo los méritos de Garrido para ocupar la plaza.
La UA cumplió este trámite a finales del año pasado. Como informó ABC, los miembros del tribunal cubrieron de elogios a David Garrido cuando lo examinaron de nuevo para optar al puesto de profesor de Ciencia y Técnicas Historiográficas como único aspirante, tal como había ordenado el Supremo.
«Le veo como un escritor renacentista que sabe de todo», dijo uno de los catedráticos a Garrido. «Va usted camino de ser un erudito del siglo XXI», añadió otro de los miembros del tribunal.
Pero tras estos elogios, los examinadores comunicaron al doctor en Historia que no le iban a adjudicar la plaza porque «no responde al perfil» que busca el Departamento.
Nueve meses después de la sentencia del Supremo, David Garrido se ha visto obligado a acudir de nuevo a la Justicia, para exigir que se cumpla la resolución del alto Tribunal. Mientras tanto, la Universidad de Alicante mantiene a Verónica Mateo como profesora titular, pese a que según el Supremo su nombramiento, aprobado hace ahora ocho años, fue ilegal.