En el periódico El País se sucedieron una serie de cartas en las que el profesor Jesús Alfaro (catedrático de Derecho Mercantil) denunció la endogamia en los concursos de la Universidad Carlos III. El rector de la misma, Gregorio Peces-Barba, respondió en dicho periódico negando la existencia de tales práctica endogámicas.
La Plataforma contra la corrupción y el acoso en la universidad pública española ha estudiado las convocatorias publicadas en el BOE de dicha universidad y anuncia que la conclusión no puede ser más demoledora: el rector Peces-Barba falta a la verdad ante la opinión pública española.
Como no podemos entrar en la conciencia de ninguna persona debemos manifestar, en rigor, que no se puede sostener que el rector Gregorio Peces-Barba mienta, pues podría darse el caso de que no fuera consciente de lo que firma o que fuera ignorante de las consecuencias de las condiciones de los concursos que ha firmado en sus resoluciones. En todo caso, ya sea por una razón u otra, no queda otra salida que reclamar la dimisión por falsedad (o incapacidad) del actual rector de la Universidad Carlos III. Caso contrario, ¿se puede admitir que el máximo responsable de una universidad pública, en un país democrático, difunda información contraria a la verdad para ocultar un hecho reprobable y siga en su puesto como si nada hubiera pasado?
Por otra parte, es norma de esta plataforma informar a la opinión pública la vinculación, caso de existir, de los responsables de casos de corrupción y acoso en la universidad a partidos políticos determinados. Por tanto, en aplicación de esta norma, debemos recordar que el señor Gregorio Peces-Barba milita y ha ostentado cargos ligados al Partido Socialista Obrero Español. Pedimos, por tanto, a este partido político que tome cartas en el asunto y dé de baja como afiliado a una persona ligada a la endogamia universitaria. Caso de estar ya de baja, solicitamos la retirada de la confianza depositada en él por el partido.
Basta con mirar el BOE de fecha 31 de octubre de 2006 en la página 37831, para comprobar, efectivamente, como:
a) En algunos tribunales la TOTALIDAD de los miembros son de la Universidad Carlos III. En la mayoría existe mayoría de profesores de la Universidad Carlos III.
b) El rector de la Universidad Carlos III, Gregorio Peces-Barba, publica criterios para la adjudicación de las plaza relacionados con perfiles o investigaciones concretas de determinados departamentos. Es decir, ser un investigador que haya trabajado en algún aspecto que salga en esta convocatoria puntúa más que ser un investigador de calidad.
c) Se coarta la libertad de investigación con una cláusula como "Compromiso de participación en las líneas y proyectos de investigación que se lleven a cabo por el Área de Derecho Constitucional de la Universidad Carlos III de Madrid"
d) Se puntúa la simple actividad universitaria de los candidatos de la Universidad Carlos III con la cláusula "La aportación del candidato a las actividades de investigación del Departamento (Seminarios y reuniones de trabajo, interacción con otros investigadores)". Es decir, que haberse reunido con profesores de un departamento son méritos que influyen en la contratación, en detrimento obvio de los profesores de fuera.
e) Se legaliza la discriminación de perfiles independientes en beneficio de perfiles de la casa con la cláusula "Concordancia del perfil del candidato con el definido por el Departamento".
Carta del Catedrático Jesús Alfaro, publicada en El País, gracias al cual se ha hecho pública la situación de endogamia de la Universidad Carlos III.
Comparativa de "endogamicidad", un sencillo recuento tomando varios ejemplares del BOE del mes en que el rector Gregorio Peces-Barba negaba la endogamia en la Universidad Carlos III nos revela como esta universidad (tomando los datos de esta muestra orientativa) está a la cabeza en tribunales "caseros".